Islas Imaginadas

Ultimamente hay muchas cosas que me apartan del blog, no son todas malas y con el buen tiempo siempre me alejo del ordenador, este año más. En fin que estoy bien sólo que es una época rara, días de espera.

El miércoles estuve en el reina Sofía gracias a mahou. Resulta que estan haciendo conciertos acústicos, gratis y con invitación para probar su nueva cerveza, una Light a la que llaman Premium para que quede guay, supongo que es un signo de los tiempos, yo espero que no llegue el día en que todas las cervezas sepan a aguachirri. Pero gracias a eso por fin he podido ver a Peter Broderick y fue todo una sensación extraña. A este concierto hubiera ido sola pero resultó que acabé rodeada de gente a la que poco a poco voy conociendo. Fue como estar en el tanned tin pero no estabamos en Castellón sino en Madrid, no era por la mañana no estabamos en la sala opal sino que eran las ocho de la tarde y estabamos en una cafetería de techo rojo rojísimo haciendo juego con la mahou. En lugar de mar y mástiles de barco al fondo se veían el runrún del barrio y de los coches. El concierto fue una gozada, tranquilamente sentada, mucho silencio e interés por parte del público. Y Peter es también un hombre orquesta, me recordó mucho a Owen y a David T. Broughton. Nos hizo canciones instrumentales sólo con el piano, tocó la guitarra, uso el pedal para grabar capas, hasta tuvimos cantante acompañante en la segunda parte. Pero lo mejor su voz.

Ayer cogí un autobús que hacía años que no cogía pero que era el habitual cuando veniamos a madrid y nos quedabamos con los primos. A mi me encantaba aquel autobús, porque ese no era el que nos llevaba al hospital sino el que nos traía de vuelta a casa después de estar en el centro, en aquel entonces se le llamaba camio y era más pequeño y amarillo y pasaba por la gran vía, plaza españa, la calle princesa, el ministerio del aire, las universidades, la Moncloa, coger ese autobús me revuelve muchas más cosas por dentro que visitar el barrio en el que nací.

Y ayer también me enteré que ya nunca más habrá comentarios de j. luís en este blog. Y que este post fue el último de japandia.
Yo no creo en el más allá así que nunca nos tomaremos esa cerveza pendiente pero fue un placer tener un compañero de internet como él.

Cómo digo estos días son muy raros, es verano y eso es de por sí felicidad pero no acaba de arrancar, es como si todo estuviera en el aire.