Una Alegre Fiesta

Ayer fue un lunes luminoso. Y para mucha gente inolvidable. Me impresionó mucho ver la gran vía ayer por la tele, algo irrepetible, yo llevo desde el domingo con el gol de Iniesta en la cabeza, con esa sensación que me produjo, creo que yo también estoy necesitada de nuevas sensaciones pero por otra parte necesito volver a mi vida, la echo de menos, poco a poco, sin conciertos ya.

Por fin estrené ayer las tardes de piscina, este año muy cortas porque además yo creo que han acortado la hora de cierre, la pareja ya me trajo mi hamaca con ruedas y la verdad es un cante pero que cómoda es, y con el calor mucho mejor que ir con la bolsa a la espalda, he elegido para la piscina un libro de Eduardo Lago que ya lei en su día, pero me lo compré en Santander, Llámame Brooklyn, ayer me leí 50 páginas de un tirón. El comienzo es muy simple, un escritor ha terminado la obra que otro escritor amigo dejo inconclusa, en un montón de cuadernos, todo preparado para que otra persona hiciera el libro.

Hoy he puesto la radio al levantarme y había noticias porque he perdido el dial de radio3 y lo primero que oigo es que justo hoy la Reina Sofia inaugura el museo de la evolucion humana de Burgos. No me gusta nada ese museo, no conozco a nadie a quien le guste, seremos, en mi opinión, la ciudad del mundo con la catedral más bonita y el museo mamotreto más feo. Pero si puedo, este fin de semana iré a verlo y ver si cambio de opinión, no está bien hablar mal de algo que todavía no se ha terminado.

He leído tres posts sobre el mundial que me han gustado mucho de tres de mis blogs amigos
Enrique ha elegido un poema, y a mi me gusta mucho la foto.
El post cuento de hadas final feliz de Eva.
Y mi querido txarls que me ha gustado más que cualquier artículo del periódico.
Edito para añadir un enlace más, el de Migue, lo bonito de esta final ha sido hacerle olvidar a tanta gente de muchas generaciones sinsabores pasados.
Vuelvo a editar para poner el enlace de tentari que pone un poco el punto y final.

Y la canción de hoy es Vicente del bosque, un homenaje de Fran Nixon.
Siempre le tuve un cariño especial a esta canción cuando llegan al coro y cantan la parte truculenta. Me produce escalofríos cada vez que vuelvo a escucharles, cada vez me parecen más grandes.