Watching the signs along the way

Desde que dejé mi vida noctambula en la que los domingos me tragaba todos los premios de motos GP catatónica en el sofá y empezó mi afición a las motos (ahora la tengo abandonada, ni por Rossi me paso toda una mañana de primavera-verano metida en el salón), he empezado a cogerle gusto a los domingos. Ya no son ese día antes del lunes sino un día más del fin de semana, sigue pareciendome un lujo tener dos días enteros e incluso los viernes por la tarde y paso de andar quejandome y deprimiendome sólo porque al día siguiente es lunes. El lunes es lunes que ya llegará aunque hoy lo es, y el domingo hay que disfrutarlo, aunque sea limpiando, planchando y pasando el aspirador, eso también puede ser divertido si se sabe buscar la banda sonora adecuada. Yo suelo ponerme a Camarón, Ketama, La casa azul o cualquier cosa que pueda cantar a voz en grito, pero ahora vuelvo a tener vecinos y me da un poco de corte, ayer mi BSO fueron Dent May, Maps o Radical Face

Y ayer por la tarde que es cuando te entra la melancolía con el cielo tan bonito que estos días me los he pasado coleccionando nubes, mientras limpiaba el ordenador di con un disco de Claudine Longet, después de escuchar Bacharach , la de Isaac Hayes y la de los clasicos The Carpenters
Y otro clásico igual de maravilloso, We’ve only just begun , que fue una signature song de los Carpenters , la version de Dionne

Y por casualidades de la vida, acabe con un disco de Terry Callier, gracias al blog de Rainy Music, el de claudine tambien fue por este blog y la primera canción que me saltó fue Just as long as we’re in love y me parece un disco precioso, pero mejor lean el blog de rainy music que aprenderan un montón.

También tuve una comida especial en casa de la familia Santos, la anfitriona nos hizo salmorejo que es un plato que ni en el adriá estaría tan rico. Otra cosa que he aprendido a apreciar con los años, las comidas familiares, que en una ciudad donde ir de un sitio a otro supone mas de una hora también son un lujo, merece la pena el viaje y disfrutar de tan agradable compañía, por no decir que volví llena de lametones del gran Tizón, que está mayor pero le encanta que le sobeteen.
Y no es que tenga que ver pero esto de los platos caseros me ha recordado que en los paseos de Semana Santa mi padre me contó como había descubierto el porque de que la morcilla de Burgos sea de arroz, según él claro jaja. El dice que el origen de la morcilla es hacer uso de las sobras, y que en su pueblo la morcilla es de sangre claro y se le añadia miel y pan que era lo que sobraba. Y cuando llegó a Burgos nadie le supo decir porque la morcilla allí tenía arroz si allí no se da el arroz. El caso es que cuando él iba de pueblo en pueblo en su seiscientos un día en una cantina comió con unos comerciantes de madera, le contaban que antiguamente llevaban la madera en carros a Valencia que era donde estaban las fabricas de muebles y que como no iban a volver vacíos lo que traían era arroz. Y entonces mi padre se dijo que por eso las morcillas tenian arroz. Esa es su tesis vaya que sea o no cierto es otra historia :)