jueves, julio 02, 2009

Días de fotos

Siguen los días de ensaladilla rusa y sandia. Ya empezó el calor de verdad, así que voy a la piscina andando por las aceras sombreadas, ya he llegado a la mitad del millenium. Estos suecos son tan civilizados que cuando la amante casada encuentra a su amante (el que no le importa que ella este casada) con otra mujer pide perdón y en lugar de enfadarse se disculpa. Porque es que ellos solo son ocassional lovers. Me está gustando pero hay cosas que me chirrian. Tampoco entiendo esa parte en la que la Salander consigue librarse de su administrador, toda esa parte me sobra, como se puede ser tan lista para algo así y tan tonta como para no hacer lo más fácil, denunciarlo, algo que incluso él narrador indica, como para mostrarnos lo vulnerable que es. Creo que hay el Larsson se está haciendo el listo, claro me imagino a sus millones de lectores aplaudiendo en esa parte de la novela. Sin embargo la parte de Mikael, el investigador (quitando sus rollos amorosos) me encanta, ahí está para mi lo mejor de la novela. El resto de momento me flaquea, y no le encuentro todavía la gracia a su heroína.

El viernes tuve la suerte de degustar una riquísima comida casera, con chocolate suizo de postre y todo. Y después de expos que es lo que tiene Madrid que siempre hay expos que ver. Encima era un día más primaveral que veraniego, se estaba estupendamente recorriendo todo el paseo del prado. Primero fuimos a ver la de Dorothea Lange, que tiene una foto que es de las que a mi me gustan, es en blanco y negro, de una mujer con niños, no hace falta saber su historia la foto lo cuenta todo, "Migrant Mother", Florence Owens. Todas las fotos tienen algo en común, el color sepia de la pobreza, pero hubo algo que nos llamó mucho la atención, lo guapos y lustrosos que son los niños, incluso sucios y harapientos. Es lo que hace pensar que las fotos son de mentira pero no. Que distintos a los niños españoles de la posguerra, tan esmirriados y raquíticos.

Después a la Sala Alcala 31 en la que nunca había entrado, merece la pena el edificio. La expo de Annie Leibovitz . Me impresionó, sobre todo porque tonta de mi pensaba que ya sabía lo que iba a ver. Pero no me esperaba todas esas fotos en formato pequeño y en b/n sobre su vida, su familia, su amante, sus hijos. Lo mejor. Yo disfruto mucho con fotos así, tan personales, como soy una cotilla. Las más sobrecogedoras las de Susan Sontag sobre su cancer. Y las más emocionantes las del nacimiento de sus hijos. Annie tuvo a su primera hija con 51 años!! y después una pareja de gemelos, es la suerte de tener dinero y salud. Después fotos de sus padres, hermanos, en el campo, la playa. De sus fotos de famosos que no se si me gustan o no porque son horterísimas y nunca se que decir las que si me gustaron fueron las de Leonardo DiCaprio con el cisne, la de Brad Pitt el summun de la horterada pero llena de glamur también. Impresionante también la foto de Bush con su cohorte...

Después al Instituto Cervantes, nunca había entrado en ese edificio. Llegué y allí me quedé plantada, la puerta normal estaba cerrada, las giratorias me parecian enormes y no se veía nada, me daba miedo meterme allí pero como se movian..... que maravilla de edificio, precioso, como de comedia de Hollywood de los años 30, que ganas de girar en ese suelo de mármol, que columnas tan preciosas y las puertas de los ascensores doradas. Al final pudo más el lugar que la exposición, Resiliencia, muy interesante pero imposible meterte en esas fotos dentro de ese edificio. Reconozco que las vi deprisa y corriendo. Sin embargo tengo fotos en la retina, todavía en Perú hay gente que se dedica a coger guano, algo que estudié en los libros de geografía de los años 70 y que si pensaba que habria pasado a la historia, y fotos de un terremoto y las que hacía un taxista.

Y la última, Gran Vía arriba hasta la fundacion telefónica, laexpo era en el tercer piso, nunca había estado en esa planta, la puerta del ascensor también era muy lujosa, de madera y dorado pero el ascensor fue lo mejor, era completamente dorado. Que pena que fuera sola y sin cámara porque yo me tengo que hacer una foto ahí metida. Y al bajar y subir una nota la sensación que se tiene en los ascensores de los rascacielos, bueno
sólo he estado en uno pero fue mi ascensor diario durante 6 meses y recuerdo con mucho cariño aquella sensación en la boca del estómago. La expo he de decir que no me gustó, fotos con manchas de pintura. Lo siento pero me pareció un aburrimiento.

Como la página de Photoespaña es en flash no puedo poner aquí los enlaces por autores, hay que entrar en phe , buscar por autores, y perder el tiempo, me resulta una página insufrible.

Gracias una vez más a area 51 conseguí este ep de un grupo The Pastry Heroes, solo los conocía por una canción Sydney y me encantaba. he subido también a view from space

2 comentarios:

Manuel Márquez dijo...

Vaya maraton, compa Viola, en mi vida hice jamás algo así (en plan exposiciones; en plan pelis sí que lo he hecho alguna vez, en el festival de Donostia...), me alegro de que lo hayas disfrutado. Lo cierto es que me da mucha rabia ir a Madrid (algo que hago con bastante frecuencia) y que, por imperativos de agenda, nunca pueda dedicarle un mínimo de tiempo a cosas placenteras, como éstas. En fin, ya llegará la jubilación, espero...

Un fuerte abrazo desde el infiernillo...

Viola Tricolor dijo...

No es para tanto Manuel!! las dos últimas se veian en un tris. Además en Madrid está todo lejos, no me compensa ir a ver una exposición cada dia y perder una tarde cada vez, así que hay que juntarlo todo.
Si que es una pena que cuando vengas no tengas tiempo de nada.

Besos.