El país de los sueños

El mes de agosto asoma ya, el pueblo duerme natural, un par de horas poco más la tramontana aparecerá.

Agosto no es un mes de conciertos, tendría que mirar si alguna vez he ido a alguno siquiera y es una pena porque no hay nada mejor que las noches de verano. Así que ha sido muy bonito empezar el mes, un domingo, con un concierto en la casa encendida, en la azotea de arriba. Y que estuviera tan lleno.

Era muy de día todavía cuando nacho umbert, acompañado por su chelista (olvide su nombre), subió al escenario. Si de por sí tiene cara de buena persona ayer parecía un niño crecido con un polo y bermudas y esa forma tan curiosa que tiene de tocar la guitarra, pero nacho no es lo que parece, o bueno sus canciones no corresponden con esa sonrisa que no se le va de los labios y su música con aires brasileños, cualquier extranjero que no entendiese español podría pensar que sus canciones son de amor, de playas con cocoteros, de atardeceres, de bicicletas y veranos pero no, sus canciones son historias, sin más y si, algunas dan miedo, a mi me encanta la gata soprano por lo que es capaz de trasmitir, habla de miedos infantiles o de algo más peor todavía… o el final del senyor esteve, también tiene canciones muy tiernas, mi preferida es el final de confesiones en el palomar y otras que dan pena como colorete y quitasueño ( la primera canción que escuché de él con esa maravillosa palabra inventada). Mi melodía preferida, la de ensayo general. El cocotín de la verdad es que me da igual. Pret a porter que es una canción de película de berlanga, en blanco y negro. Cuando suena red eyes se me ralentiza el corazón y con rizos sin domesticar se acelera. Casi terminó con cien años y uno más que es de las más bonitas y posiblemente su historia mejor lograda. Y además tuvimos dos canciones nuevas, una muy divertida sobre una chica espectacular y otra que era como una especie de diario desde que sacó el disco. Y al final del todo gato de pandora que es una canción de los 90. Me gustó mucho en este formato porque los momentos chelo salian reforzados y hacen muy buena compañía a la guitarra de nacho.

Pero un concierto no es sólo música, el lugar donde se celebre es muy importante, nunca había ido a ninguno en esta azotea y es una suerte tener sitios así. Mirar arriba y ver las nubes, sus cambios de color, el comienzo de la noche, el ruido de los coches de fondo, muy lejos, los pájaros volando y su sonido de fondo, las palomas en la iglesia de juguete con su campanario, la brisa de verano, el calor de las maderas del suelo y la compañía. Recordarlo después.





Este finde sólo he visto películas, algunas operas primas, empecé con los peores años de nuestra vida, me llevó a hola, estas sóla….lucia y el sexo y vacas… las de los 90 me han traído muchos recuerdos. Me dejé pendiente el día de la bestia. Y no pude ver cuando harry encontró a sally porque mi video ya no funciona y va a ir todo a la basura.
Hacía mucho que no veía los peores años, posiblemente más de una década. Me quedo con la escena del padre paseando a las gallinas como si fueran un perro, es un puntazo entre un millón más de la película, la verdad es que me sigue haciendo reír un montón. A mi nunca me gustó el final, yo me hubiera quedado con el otro de todas todas. Una de las escenas más entrañables es cuando el hijo le pregunta al padre como fue su primera cita con su madre y el padre dice que bueno fue un desastre porque acabó vomitandola encima, pero luego se casó conmigo dice el padre... es lo bonito, lo imprevisible, que las cosas no salgan como quisiéramos, que no exista un guión que se cumpla a rajatabla, vivir en el azar.

Cuando se estrenó hola estas sola yo vivia en valladolid, sólo sale en el primer minuto pero nos hacía mucha ilusión ver algunas de nuestras plazas, me ha encantado volver a verla, tiene toda la frescura de aquel entonces y yo soy (mucho) más mayor y me sigue gustando y no recordaba el final. Lo que nos podíamos reír con lo que tiene el ruso y candela peña.

En estos momentos me quedan 11 días para ver al toby, ya está con la pareja en su campamento de verano, que aproveche ahora dice mi madre antes de que llegue la madrastrona, que soy yo porque soy la única que le pone en vereda, claro que es misión imposible, pero es mi papel, aunque tendría que ser la tiastra en realidad. En el fondo es envidia porque a mí me hace más monerías.