jueves, diciembre 30, 2010
Penúltimos
Al final mi último concierto del año no fue el de darren hayman porque se suspendió, y el que fue el último concierto del año fue uno completamente inesperado. El concierto de El Hijo en el sol el día 15 estuvo muy bien. Les dieron la vuelta a todas las canciones, increíble, ya había leído algo al respecto pero me sorprendió un montón. Siempre he dicho que una buena canción lo sigue siendo igualmente en acústico y también creo que a una buena canción se la puede dar la vuelta muchas veces y transformarla y que siga siendo la misma pero de otra manera, incluso que mejore. Abel estuvo muy bien acompañado, había muchos instrumentos cuyo nombre desconozco, que dieron a las canciones un sonido especial, el caso es que vaya trabajo cambiar todas las canciones así. Y fue un buen concierto y largo, como de una hora.
Durante el concierto me acordé asi de repente del que vi de sisa en el auditorio en mi primer primavera. Me sorprendió mucho la puesta en escena de aquel concierto, todo tan bonito y elegante, con lamparitas y mesas camilla. Y yo nunca había visto algo así. Viendo a Refree en Clamores también me pasó algo parecido, que son artistas que no te recuerdan a nadie. Y el otro día con el hijo me pasó igual, era como siempre pero distinto, yo creo que hasta abel cantó de otra manera. En cualquier caso había muy poco público y daba un poco de pena ver el sol tan desangelado. En esta entrevista dice que algo de Barcelona se ha colado en él, yo creo que mucho.
Su concierto fue un buen broche final porque su disco ha sido uno de mis preferidos de este año y además porque ha sido ahora en este diciembre tan lleno de nieve, nieve en los libros, nieve en las canciones, en los viajes, cuando he redescubierto "toda la noche nevando".
Estos días están siendo algo agónicos, no se si es algo puntual o que mi cuerpo se rebela de tanto tute, no me preocupo pero me agobio, me siento achacosa, este año ha sido curiosamente un poco como el 2000, han pasado muchas cosas sólo que las de este año han sido pequeñitas, pero al igual que las de entonces, inolvidables. Ha cundido tanto como los años de cuando era pequeña y pensaba que nunca llegaría a los 18. Antes le tenía miedo a enero, a su desidia, el frío, bueno hace mucho ya de eso, ahora ya no, al revés estoy deseando que llegue, que no pase nada, que sea aburrido, sólo tengo tres conciertos apuntados (no cuenta el último finde claro). Y tengo ya mi primera entrada para el 2011, veré por primera vez a Carmen Linares al lado de mi casa. Me he dado de alta para recibir las newsletters del indietracks, no digo más…la verdad es que una ya piensa si no es mejor gastarlo todo por si quiebran los bancos ...
Estas navidades sin los andaluces estan siendo algo tristes pero he de reconocer que mucho más tranquilas, lo que pasa es que nos pasamos el día pensando en ellos. Pero puede que haya gran cena ripense con primos y sería algo muy especial.
Una imagen final de este año será la de Marta y yo subidas en la azotea del círculo de bellas artes, es mi sitio preferido de madrid, es de verdad un lugar maravilloso porque es muy grande, es prácticamente un círculo desde que ver todo Madrid y el otro día subimos atardeciendo y nunca había estado ya de noche, con las luces.
No voy a hacer ninguna lista, tengo ganas de terminar este año, tengo ilusión por saber cual será la primera canción que escucharé en el 2011 (no cuentan las que escuche sin querer esa noche en la tele), pero si quería hablar de dos discos que no he visto ni veré en ninguna lista y que no lo entiendo y me da mucha pena. Uno es el maravilloso staggering de los boy genius (no confundir con perfume Genius), un disco que ya puse en marzo y que ha estado muchos meses en el zen, es un disco con grandes canciones, a mi me gustan todas, es un disco popi pero guitarrero, y que la verdad tendría que haber sido más conocido porque me parece apto tanto para gente con gustos distintos.
Y el otro es el de los oh no ono, el nombre es muy feo, cierto, al final creo que nunca hablé de este disco ni puse ninguna canción, suele pasar, muchas cosas importantes quedan sin contar, pero las canciones son pura psicodelia, voces en falsete, hay violines, teclados, es música que no es dance pero es bailar, en una palabra es un disco de cuento, para soñar, dejarse arrastrar y disfrutar. Una pena que no tenga con quien compartirlo, a ver si os gusta a alguno. Y si mañana tengo tiempo hablaré más de él....
Por si acaso Feliz 2011.
colores
el hijo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario