Esta crónica la empecé, pero no la terminé, el viernes. La dejo tal cual. Estos días me toca dividirme en muchos compartimentos estanco, tratando de seguir con la rutina. Me temo que el blog y mis canciones son las que peor paradas están saliendo.
Ayer el final del concierto de kiko veneno fue apoteósico. Pero no sólo la última canción, que sí, terminó con volando voy (aunque tuvo que salir el drexler a estropearla…) y con recuerdos de camarón, sino que a partir de la mitad del concierto aquello fue una fiesta, de repente a partir de Joselito o puede que antes fue como si hubiera un click y lo que hasta ese momento había sido un buen concierto con kiko cantando canciones del último disco se convierte en un desmadre, en una alegría y no queda más remedio que ponerte a bailar, soltarnos la melena, recordar los pasos de rumba de las clases de baile del 95. Quienes como yo sólo han tenido un disco de kiko, el echale un cantecito podría resultar ridiculo ir a verle 20 años después, pero yo ya sabía que no porque le vi ya en rivas y me lo pase pipa, porque en realidad conocía todas las canciones de todas las horas de bares de la era preindi o de la radio y porque por kiko no pasan los años y todos sus discos tienen exitazos.
Como en el disco salió kiko, todo de blanco, con los músicos del retumbe, sevillanos. Empezó con me siento en la cama y siguió con canciones del último disco. Todo muy bien pero a mi la parte que me empezó a emocionar fue cuando juntó el duende y Andalucía, de su último disco las mejores son estas dos canciones, las que tienen aires flamencos, junto con el dice la gente, y yo creo que fue a partir de aquí cuando empezó lo bueno, todos las épocas entremezcladas formando un todo, que si el memphis blues, Joselito, descacharrante el mosquito suicida con el Tomasito y el bombo inferno, que si dime A o la rama de Barcelona, con el estribillo más divertido del último disco, respeto y en un mercedes blanco con martirio.
Muy buena la banda que le acompañó, de sevilla, el retumbe. Me encantó el guitarrista, manuel creo que se llamaba, que tocó la guitarra española casi todo el rato, las chicas haciendo coros, teclados y percusión.
Lo de ayer no fue nostalgia, ni querer volver al pasado sólo ponerle un poco de alegría a marzo y llenar la cabeza de estribillos.
2 comentarios:
Ay, me encanta Kiko. Qué bien que lo disfrutaras. Me alegro
Hola! Perdona que nunca comento en tu blog aunque si te leo :)
Estuvo muy bien el kiko, tiene mucho arte.
Un beso.
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