lunes, febrero 01, 2010

De vuelta del tanned I

Es increible el poder de la música en el ánimo, también es increible lo vacía que te quedas después de 3 tardes-noches de conciertos. Todavía me estoy reponiendo a base de natación, de planchar, de poner lavadoras, hacer lentejas, hasta limpiar, estar ocupada ayuda a quitar la penita. También ayuda el ver youtubes, aunque emocione, hay conciertos que ganan con el tiempo, cuando la mirada cambia y se saca de contexto, y deja de estar incluido entre otros 30 grupos. Por eso youtube es magia, es un milagro. Ya estoy empezando a asimilarlo todo.

Pero este año además ha habido olor a mar, Castellón no es una ciudad bonita, aunque tenga sus rincones, pero no importa, es un paraíso, está rodeada por muchos paisajes, siguen los recuerdos de aquellos veranos, sus huertas, las que se veían desde el apartamento, sus atardeceres con la montaña de fondo, como nunca hubieramos cambiado aquellas vistas por las de mar, aquellos cambios de tiempo, las lluvias torrenciales, las tormentas en el mar, los rayos y truenos, los aires, y el sol y los naranjos, quien no ha probado una naranja recien cogida del árbol no sabe lo que se pierde. Así que emociona mucho volver a ver esas montañas tan verdes después de tanta lluvia, tan resplandecientes con el sol de estos días, las tierras de naranjos y más naranjos y este año ha habido mar, el grao, arroz y playa y un casino nuevo. La misma playa de hace más de 3 décadas.

El domingo al montarme en el tren empecé a sentirme mal, triste triste triste, como las nubes que llevaban toda la mañana poniendose y que hicieron que al final tuviera que hacer tiempo en la sala club de la estación (todo un acierto volver en preferente, que me salia un euro mas barato con tarifa estrella que en turista, no os penseis), sofá mullidito, armario de bebidas, la 1 en tele de plasma y el hola que no lo ojeaba desde mi último corte de pelo. Al llegar a Valencia se veía la negrura hacia el lado del mar pero en cuanto enfilamos hacia el interior ya tuvimos sol, naranjos y sol. Me puse a los galaxie 500 pero dos canciones, de momento no estoy preparada para revivirlos, el vinilo de today en la maleta firmado por ellos. Han sido los mejores para mi de este tanned (junto a Aidan), un tanned sin su momento cocorosie (que hubiera pasado si Aidan no hubiera tocado a las fuckin’ ten to three??), este año no lo ha habido pero posiblemente haya sido mejor que el del año pasado, que el del 2007, ha habido muchos grandes momentos, los momentos estrellita. Fue una gran idea volver en preferente, me animó, primero un zumo (no me atreví con la copita de jerez por mi medio resaca, miedo me daba que fuera a mas), con sus frutos secos, la prensa, toallita caliente, la merienda minúscula pero bonita en su pequeñez, en platitos de color magenta, dos minitrozos de sándwich bien ricos, un minitrozo de pastel de chocolate (para mi suficiente) para beber agua (seguia resacosa), y un café en una taza muy cuca, después toallita refrescante, y con los licores si que me tomé mi martini rojo ( no me atreví con el cava ….) y para terminar un bombón. La verdad es que con comida todo se lleva mejor, en la vuelta también volvía en mi vagón David Trueba, como evidentemente no llevaba ningún libro suyo estuve a punto de pedirle que me firmara su artículo del babelia pero no me atreví, va a pensar que soy boba.

Estos días estaré monotemática.

Uno de mis conciertos más bonitos, tal vez el más emotivo fue el segundo del viernes, este año hubo grandes conciertos madrugadores, lo cual fue una pena porque son los más cortos (todavía me duelen los solo 20 minutos de mcenroe). Este chico se llama Thee, Stranded Horse, su nombre real es Yann Tambour y es frances. Tocó la guitarra y la kora. Estos días me he puesto ya mucho su disco, que casi toco entero, ésta canción, Swayin Eel se me quedó grabada, es larga larga pero una maravilla.



Pondré más canciones de él con la kora pero ésta me ha impresionado por su voz, como es cortita aquí la dejo.

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